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'MURDER ON THE DANCEFLOOR' DE SOPHIE ELLIS-BEXTOR VUELVE A LA ACTUALIDAD

'MURDER ON THE DANCEFLOOR' DE SOPHIE ELLIS-BEXTOR VUELVE A LA ACTUALIDAD
Ya pasó hace un par de años con el fantástico 'Running up that hill' de Kate Bush, que logró el deseado número 1 global en el 'Today's Top Hits', la lista con los temas más escuchados y radiados de Spotify a nivel mundial, gracias a su uso (de manera además muy dramática) en la última temporada de la serie 'Stranger Things'. Pero el ritmo de canciones del pasado que son redescubiertas por las nuevas generaciones no para y ahora le toca el turno al clásico dance de Sophie Ellis-Bextor que gracias a su aparición en la banda sonora de la película 'Saltburn' de Emeral Fennell ('Una joven prometedora'), se ha colado en el Hot 100 de la Billboard, la lista más importante de Estados Unidos, la primera vez que le ocurre a Sophie, acumulando en unos pocos días casi cuatro millones de reproducciones. Y es que la canción tiene ya casi un cuarto de siglo pero sigue sonando tan disco y alegre como el año de su publicación, una de las canciónes estrellas del debut de la británica en aquel más que reivindicable 'Read my lips' (2001). La canción suena en uno de los momentos clave de la película: justo en la escena final, donde el personaje de Barry Keoghan baila desnudo al ritmo del temazo, ideal para el momento. Y, como ya viene siendo habitual desde el auge de plataformas como TikTok, basta con que un edit o una escena se viralicen en redes sociales para que el tema que la acompaña se vuelva también viral. Justo lo que ha acabado sucediendo. En una entrevista concedida a la BBC, Sophie Ellis-Bextor ha confesado que la situación es «realmente mágica» y que no la ha «asimilado del todo». «Es una canción que llevo cantando más de 20 años. Me sigue gustando cantarla. Me encanta cómo reacciona la gente cuando la canto en directo. Pero que la descubra gente nueva, que cree nuevos recuerdos en la gente, es algo hermoso», dice feliz. Que siga este maravilloso revival de grandes canciones pop.