A pesar del sabor amargo de la antepenúltima posición de la canción española (solo 6 puntos), interpretada con ilusión por Blas Cantó, esta nueva edición de Eurovisión celebrada en Róterdam, ha dejado varios datos curiosos. Por un lado, el gran éxito de Italia, que gana por tercera vez el festival de la canción europea con una propuesta bastante insólita en un evento marcado por las baladas y la música dance cantadas en inglés. 'Zitti e Buoni' ('Buenos y callados' en castellano) de Maneskin está cantado en italiano, sustentado en una puesta en escena y sonido que beben directamente del glam rock de Queen, Marc Bolan o David Bowie. Habría que remontarse al éxito metalero de Lordi para Finlandia hace ya quince años, para encontrar un tema rock con tan buena aceptación. La segunda posición ha sido para un tema muy popular en España al ser la sintonía del reality sobre Rocío Carrasco en Telecinco, el tema 'Tout l'universe', de Gjon's Tears. Llaman la atención los cero puntos para el Reino Unido, poderoso país en el certamen y cuyo desprecio general puede leerse en clave política. Italia ya estuvo a punto de ganar Eurovisión el año pasado con el tema de Mahmood 'Soldi', canción que quedó en segundo puesto y que traspasó la caducidad del evento para convertirse en todo un hit en la radio. Ya antes, fue en el año 1990 la última vez en la que el país alpino ganaba el festival, a pesar de ser uno de los países más potentes. Toto Cutugno triunfó en Zagreb con 'Insieme: 1992', que se acabó convirtiendo en todo un himno por la unificación de diversos estados europeos tras la caída del muro de Berlín. 26 años antes, los expertos de un recién nacido Eurovisión daban por ganadora a Gigliola Cinquetti con 'Non Ho l' Età', una de las canciones más bonitas de la historia de este evento tan particular, divertido y europeo.